martes, 19 de agosto de 2014

LA PRETEMPORADA

Dentro del mundo del fútbol existen diferentes tipos de metodologías, como pueden ser el entrenamiento tradicional, integrado, periodización táctica o microciclo estructurado, entendiendo cada una de ellas el periodo “precompetitivo” o de “pretemporada” de diferente manera. En esta entrada realizaremos una reflexión sobre el estudio de las diferentes metodologías dentro de este periodo.


Las pretemporadas son un periodo donde los jugadores regresan a los entrenamientos, por lo general después de un periodo de vacaciones o descanso y estos comienzan un proceso de adaptaciones al esfuerzo que se puede realizar de múltiples maneras y donde equipos que emplearon diferentes metodologías, con sus diferentes características llegaron al éxito. Estas adaptaciones se pueden llevar a cabo centrándose en un tipo de entrenamientos más específico, basándose en la idea de juego y los principios organizativos del equipo, donde las preocupaciones técnicas, físicas o psicológicas surgen provocadas por la especificidad del propio juego o a nivel condicional, donde se busca una “base física que soporte los principios tácticos”.

twitter.com/RafelPol
El preparador físico del Fútbol Club Barcelona, Rafael Pol, nos indica en su libro sobre preparación física en el fútbol que el periodo de pretemporada será un proceso de readaptación de los jugadores a la actividad competitiva y coadaptación entrenadores-jugadores, donde los primeros podrán observar las características de sus propios jugadores en base a las cuales construirá su idea de juego. Además este periodo, siguiendo a Pol, provocará una readaptación de las estructuras musculares, conectivas y óseas con el fin de disminuir el riesgo de sufrir lesiones. 


Para el preparador del club catalán, durante la pretemporada es conveniente llevar a cabo una progresión a nivel de trabajo para favorecer a la readaptación morfofuncional del futbolista, comenzando por una dinámica extensiva, con situaciones de juego con relaciones temporales y espaciales similares a competición, introduciendo posteriormente una dinámica intensiva, que buscará una mejora de la capacidad acción/interacción del jugador con el entorno, un importante tiempo de descanso entre tareas, gran intensidad de acción, espacios reducidos y un menor número de jugadores.

Por otro lado, también existen teorías de entrenamiento donde justifican que la forma específica en el fútbol está sustentada por un buen estado de forma a nivel condicional, donde entienden la pretemporada como un periodo para “cargar las pilas”, que posteriormente garantice la forma de los jugadores durante la pretemporada.

Para Pol (2011), “ha condicionado mucho el diseño de las pretemporadas la también comunmente aceptada creencia de que un buen trabajo durante la pretemporada servía para cargar las pilas para el resto de la temporada. Sin embargo, al analizar la duración de las adaptaciones producidas por el entrenamiento observamos que esta creencia no tiene una base fisiológica, ya que las adaptaciones producidas por el entrenamiento no pueden mantenerse de forma tan prolongada en el tiempo”.

El entrenador José Mourinho defiende la idea de que si la base del rendimiento en el fútbol es la organización del juego, la forma deportiva no puede limitarse a la dimensión física. Oliveira y otros (2011), citan al entrenador portugués:

La forma no es física, la forma es mucho más que eso. Lo físico es lo menos importante para alcanzar la forma deportiva. Sin organización y talento para explotar un modelo de juego, las deficiencias son explícitas, pero poco tiene esto que ver con la forma física.”

cadenaser.com
Al trabajar la vertiente táctica en unas condiciones semejantes a las que deseamos para la competición y al juego que deseamos, estamos desenvolviendo la vertiente física en la especificidad que tiene, por ejemplo, en vez de desarrollar la fuerza de una forma aislada o descontextualizada, lo hacemos a través de ejercicios con determinadas características, jugando con el espacio, el tiempo, el número de jugadores y las reglas que les imponemos, de esta forma estamos desarrollando algo relacionado con la fuerza, pero en un contexto más específico. Un ejercicio en el que existen a la vez muchos saltos, paradas, cambios de dirección, es mucho más útil que trabajar la fuerza aisladamente”.

Estos autores también citan al ex-entrenador del Real Madrid Vanderlei Luxemburgo, con una idea basada en el pensamiento convencional, quien opina que “si la parte física no está bien, de nada vale la táctica o la técnica”.

PICOS DE FORMA

Existen también determinadas creencias en relación a los picos de forma a lo largo de la temporada, donde se programan los entrenamientos para rendir a distinto nivel en distintas fases del periodo competitivo, teniendo en cuenta determinados periodos que para entrenadores que siguen esta metodología resultan clave en la temporada, basandose en el “efecto retardado de las cargas”.

Las metodologías más centradas en el modelo de juego no creen en esta propuesta debido a que al principio de temporada el cuerpo técnico no sabe exactamente que partidos tendrá en 4 o 5 meses, si contará con los mismos jugadores, que competiciones seguirá disputando o simplemente que todos los partidos ganados se ven recompensados con 3 puntos, por lo que defienden mantener un nivel de forma física submáximo durante toda la temporada sin oscilaciones, frente a las metodologías más “convencionales”.

Oliveira y otros (2011), citan a José Mourinho, quien opina “yo no quiero que mi equipo tenga picos de forma. No puedo querer que oscile su rendimiento. Quiero que mantenga siempre unos parámetros de rendimiento elevados, porque no hay partidos o períodos más importantes que otros. Todos los partidos se deben ganar”.

Por su parte Seirul·lo (2007) defiende la idea de que “es imposible que, entrenando un mes, se llene, como se pretende, el tanque de un futbolista para toda la temporada. Imposible. Y los preparadores tenemos que flagelarnos en esto pues le hemos dado demasiada importancia a la pretemporada. Hacer entrenamientos dobles y triples durante dos semanas no es bueno para los jugadores. Sólo consigues fatigarlos y que lo estén pagando durante los cinco primeros partidos de Liga. Para mí lo correcto es prepararse para el primer partido sólo. Exclusivamente. Y luego para el segundo... y así. No se puede hacer una pretemporada entrenando dos semanas seguidas en tres turnos sin tocar el balón. Perjudica y no es útil”.

VOLUMEN-INTENSIDAD

www.futbolcontextualizado.com
El traslado de metodologías de entrenamiento desde deportes psicomotores a otros sociomotores como el fútbol ha provocado la aplicación de sistemas de entrenamiento a lo largo de la temporada basados inicialmente en un trabajo donde predominaba el volumen, continuando con un aumento de la intensidad y disminución del volumen. Este tipo de trabajo buscaba desde hace años que el futbolista adquiriese un soporte o “resistencia de base” para afrontar la temporada comenzando con mucho volumen de trabajo para continuar con una disminución de este e incrementar la intensidad con una mayor exigencia de trabajo físico.

Actualmente, metodologías como la periodización táctica, se basan en la intensidad y concentración que supone cada tarea en base a una serie de variables como son el nº de jugadores, espacio determinados por la tensión, velocidad y duración de la contracción muscular, entrenando siempre a intensidades máximas relativas de manera continua durante todo el periodo precompetitivo y competitivo. Mourinho, entre otros entrenadores, rechaza las nociones tradicionales de volumen e intensidad:

“Parto del principio de que la mejor forma de recuperar las pérdidas de unas vacaciones, es trabajar desde luego con intensidades máximas relativas, asociadas a las características de nuestro juego. Por eso, no creo en el aumento de volumen, ni en la inversión de volumen por intensidad. Por ejemplo, lo que normalmente se llama resistencia aeróbica y que convencionalmente se dice que se adquiere con volumen de trabajo, también se consigue con la acumulación de intensidades máximas relativas”.

CAPACIDADES CONDICIONALES

El entrenamiento sistemático de la resistencia conlleva a una serie de adaptaciones en el futbolista defendidas por las metodologías clásicas, orientadas a la mejora de estos procesos. Pol (2011), nos habla de estas adaptaciones, “aumento de las reservas energéticas de la célula muscular así como un aumento de las mitocondrias; un aumento del cubicaje cardíaco y hipertrofia de la musculatura cardíaca, lo que implica un aumento del volumen minuto cardíaco y del volumen sanguíneo; disminución de la FC de reposo y submaximal; aumento del volumen de sangre y capacidad de transportar oxígeno en la misma, asi como una mejora en la capilarización de los vasos sanguíneos; aumento de los alveolos pulmonares, lo que conlleva una mejora en el intercambio gaseoso; mejora de la producción-degradación láctica, etc.”

Sinembargo, Pol también comenta que “entendemos por estado de forma algo más que una simple optimización de los diferentes subsistemas bioenergéticos, de forma que entendemos por un estado de forma óptimo aquel que solo puede lograrse cuando todas las estructuras del futbolista actúan de forma sinérgica, permitiendo al jugador mostrar competencia en su entorno competitivo”.

Por lo tanto cabe tener en cuenta que además de la parte condicional, en un partido el rendimiento de un jugador no solo dependerá de su rendimiento condicional o “físico”, sino que de un proceso interactivo donde además de correr, lo tendrá que hacer resolviendo situaciones del juego dentro de un entorno con múltiples factores que infuyen en el rendimiento del jugador. Por lo tanto mediante procesos de entrenamiento “convencionales” no conseguiremos mejorar la realización motriz de una tarea con un futbolita fatigado, aunque se estimulen algunos parámetros fisiológicos y estos lleven a posteriores adaptaciones.

Janssen (2003) y Jager (2003) demuestran como los estados emocionales o los procesos de fatiga respectivamente alteran la respuesta motriz, por lo que si esta respuesta depende de factores como la fatiga o los estados emocionales (relaciones con el entorno), por muchas adaptaciones físicas que tenga el jugador, existirán más factores que influirán en la respuesta motriz de este.

READAPTACIÓN Y EJERCICIO PREVENTIVO

sport.es
El entrenamiento genérico de la resistencia si que podría ser interesante en procesos de readaptación, donde el objetivo no será entrenar para competir, sino que el de prepararse para poder entrenar. En estos casos de jugadores que vienen de lesión y están en un proceso de readaptación, según Pol (2001), “debería combinarse con el trabajo de prevención, para mejorar de esta forma la readaptación morfo-funcional del jugador. Así, si que habrá una parte del trabajo que no respetará el acoplamiento entre los ciclos específicos de percepción y acción ni las interacciones específicas de los jugadores, pero ayudará a mantener la salud y funcionalidad de los jugadores de forma más prolongada en el tiempo”.

CONCLUSIÓN

Dentro de la metodología del entrenamiento en fútbol, existe un gran número de factores que influyen en el entorno donde actúe el jugador y diferentes estructuras que influirán finalmente en el rendimiento. Para el entrenador es vital la importancia del contexto en el que se encuentra, las características de sus jugadores, si continua con un mismo bloque con similares principios tácticos a trabajar o bien comienza un nuevo proyecto, donde se tendrá que crear una nueva identidad y este necesitará más tiempo para el desarrollo de un nuevo modelo de juego.

Por lo tanto el entrenador deberá de adaptarse al contexto y justificarlo. A lo largo de la historia han existido campeones que entrenaron con diferentes tipos de metodologías, la dificultad para el preparador está en adaptar el modelo metodológico al contexto donde se encuentra el entrenador y a los jugadores a los cuales tendrá que ayudar para conseguir su óptimo rendimiento en las competiciones a disputar.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Oliveira, B. y otros (2011). Mourinho, ¿Por qué tantas victorias?. MC Sports.

Pol, Rafael (2011). La preparación ¿física? En el fútbol. El proceso de entrenamiento desde las ciencias da la complejidad. MC Sports.

Seirul·lo, P. Diario Marca; Sábado 24 Noviembre 2007, pag 24.

Janssen, D. y otros (2008). Recognition of emotions in gait patterns by means of artificial neural nets. Journal of Nonverbal Behavior, 32, p 79-92.