sábado, 26 de julio de 2014

DEFENSA EN ZONA EN EL FÚTBOL

Para que un equipo guarde una correcta organización defensiva es clave el que sus jugadores cierren espacios, donde, según J. Cruyff, la distancia máxima a recorrer por cada jugador deberían de ser no más de 10 metros. La defensa en zona podría definirse siguiendo los siguientes puntos:

La defensa en zona consiste en organizarse con varias lineas escalonadas permanentemente, con un sistema de coberturas sucesivas.
Los jugadores deberán de mantener su posición en función de la pelota y la portería propia, siendo una estructura modificable, dinámica y adaptable.
Después de que la primera linea sea eliminada, la siguiente tiene que evitar la progresión, ejerciendo la presión al portador, condicionando el tiempo y espacio del que dispone para actuar.
Es necesario que el equipo sea “corto y estrecho”, consiguiendo superioridad en zona de balón, cerrando espacios y acortando el tiempo al poseedor de balón.

La situación de defensa óptima contra el adversario con balón deberá de tener como referencias la pelota, los compañeros y los adversarios, teniendo el espacio como referencia. El objetivo es hacer el campo más pequeño, dificultando la conservación de balón adversaria. Es importante una ocupación racional de los espacios, ocupando en fase ofensiva un mayor espacio para tener más tiempo, organizándose en profundidad y amplitud (ocupar carriles), mientras que en fase defensiva será más interesante ocupar un menor espacio dando menos tiempo al poseedor de balón, además de generar una superioridad en ese espacio concreto. De esta manera se conseguirá una organización defensiva más económica.

Esta organización defensiva cerrando espacios y generando superioridades es diferente a una defensa aglomerada en el área propia. Es interesante la orientación del ataque rival a las bandas, disuadiendo y provocando condiciones favorables para la recuperación mediante la superioridad, numérica y posicional, dar menos salidas al rival o la redución espacio-temporal.

Los movimientos del equipo en fase defensiva deben de ser en bloque, bien juntos, estando muy atentos a los pases que ejecuta el equipo rival. En caso de que el rival realice pases hacia su propia porteria, laterales o que un adversario reciba de espaldas, es esencial que el equipo adelante su posición manteniendo esa estructura de bloque, de equipo compacto y con las lineas bien próximas.
La acción de pressing es interesante realizarla en una zona presionante sobre la pelota, no sobre el jugador, donde el equipo sube en una acción colectiva de forma compacta, ocupando los espacios próximos. La presión debe de ser agresiva, buscando provocar el error, reduciendo tiempo y espacio, favoreciendo la recuperación. En la fase de transición defensiva, los jugadores más próximos a la pelota tienen la función de acosar al portador, limittando al máximo las lineas de pase que tenga disponibles.

Este tipo de defensa es más económica energéticamente, provocando una menor fatiga física, permitiendo posteriormente descansar con la posesión del balón en ataque organizado a equipos con un buen juego posicional y una ocupación racional de los espacios. Además exige una mayor concentración y fatiga táctica y del SNC, la cual puede aparecer antes que la física, provocando un mayor desgaste en tareas de entrenamiento. La mayor o menos intensidad provocará diferente concentración exigida por la tarea.


El Milán de Sacchi desarrollaba este tipo de defensa, manipulando el espacio y tiempo de juego, orientando a sus rivales hacia los laterales provocando la recuperación para jugar (defender para atacar), sabiendo que hacer con el balón en ataque posicional, realizando la salida desde el sitio habitual de “zona presionante”. Además era clave el cerrar caminos en el centro del campo, la defensa jugaba adelantada provocando el fuera de juego en línea con el lateral, lo que ellos llamaban “pared”.
Es importante también conocer puntualidades del juego del equipo rival, aunque no se altere el modelo de juego. La defensa en zona, para Sacchi, tenia una vital importancia para recuperar la posesión y jugar, no para no encajar. Por ello daba vital importancia a las transiciones, después de robo o pérdida de balón, buscando el equilibrio en la transición ofensiva y una correcta estructura en la transición defensiva, buscando fijar la posición y organizarse de nuevo, evitando dar tiempo y espacio al equipo rival.
Para un buen planteamiento de la defensa en zona es clave un comportamiento ambicioso de querer ganar, manteniendo el equilibrio posicional, control el espacio, tranquilidad y comunicación entre los jugadores.

Donde presionar.

La zona presionante en cada equipo, donde interese realizar la recuperación de balón, depende de la transición ofensiva de cada equipo. El tipo de transición ofensiva empleada vendrá determinada por la características de los delanteros disponibles y el patrón de juego. En caso de disponer de delanteros rápidos puede ser más interesante una presión más retrasada, permitiendo salir a la defensa rival para tener espacio a sus espaldas. En caso de tener delanteros no tan rápidos puede ser más interesante ejercer un pressing más alto. El patrón de juego también determinará la zona presionante, ya que para un equipo que lleve a cabo un ataque posicional puede ser más interesante ejecutar un pressing más adelantado, mientras que para un equipo que se base en acciones de contragolpe podrá serlo más bajo.

La zona.

La posición del balón es clave para la colocación de los futbolistas, buscando hacer el “campo pequeño” mediante las basculaciones, ocupando y reduciendo espacios como equipo, dificultando la ejecución rival, diminuyendo el espacio y tiempo disponibles. La posición de los compañeros debe de ser una buena referencia, ejerciendo continuamente coberturas sucesivas en posición escalonada buscando una superioridad posicional, temporal y numérica.
En zonas de portería y balón son claves las anticipaciones a pases peligrosos, mientras en el resto del campo puede ser más interesante ejercer simplemente oposición, siendo un obstáculo, impidiendo la progresión del adversario.

Principios de la zona.

La oposición y pressing debe ejecutarse sobre el portador del balón, creando dificultades y provocando el error.

Es clave la redución y el cierre de espacios cercanos al balón.

Sistema de coberturas sucesivas, basculando todos los jugadores en bloque, escalonados y cerrando espacios.

Adaptación posicional de los jugadores a la posición del balón.


Referencias bibliográficas:

Amieiro, N. M. B. (2007). Defensa en zona en el futbol: un pretexto para reflexionar sobre el "jugar" bien ganando!. MC Sports.


Ruiz, F. y otros (2011). Filosofía y manual de un entrenador de fútbol. Wanceulen Editorial Deportiva.


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